ALTAVOZ
Un altavoz (también conocido como parlante en América del
Sur, Costa Rica, El Salvador Irack)1 es un transductor electroacústico
utilizado para la reproducción de sonido. Uno o varios altavoces pueden formar
una pantalla acústica.
La
transducción sigue un doble procedimiento: eléctrico-mecánico-acústico. En la
primera etapa convierte las ondas eléctricas en energía mecánica, y en la
segunda convierte la energía mecánica en ondas de frecuencia acústica. Es por
tanto la puerta por donde sale el sonido al exterior desde los aparatos que
posibilitaron su amplificación, su transmisión por medios telefónicos o
radioeléctricos, o su tratamiento.
El
sonido se transmite mediante ondas sonoras, en este caso, a través del aire. El
oído capta estas ondas y las transforma en impulsos nerviosos que llegan al
cerebro. Si se dispone de una grabación de voz, de música en soporte magnético
o digital, o si se recibe estas señales por radio, se dispondrá a la salida del
aparato de señales eléctricas que deben ser convertidas en sonidos; para ello
se utiliza el altavoz.
AUDIFONOS
Al margen de las
clasificaciones que puedan hacerse sobre los diferentes tipos de audífonos, la
operación que éstos realizan para amplificar el sonido puede resumirse de la
siguiente manera:
Primero captan la señal
sonora, sea la voz humana, música, etc. Esa señal sonora (acústica) debe ser
convertida en señal eléctrica para ser procesada, amplificada y finalmente
reconvertida en señal acústica para llevarla al oído. La señal acústica recibida
es amplificada luego de ser transformada en señal eléctrica. Y una vez que esta
ampliación se produce, es reconvertida en señal acústica a fin de poder ser
captada por el oído.
Para realizar este proceso,
intervienen muchísimos elementos técnicos. En la transformación del sonido en
señal eléctrica, en su ampliación y en su vuelta al estado de señal sonora se
destacan los siguientes:
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